Valerio García es autodidacta. Aprendió en el negocio familiar, que en 2006 pasó a sus manos. García elabora manjares exquisitos que pueden degustarse en la Pastelería Ignacio, aunque su plato especial es el pastel de carne, del que se ha hecho experto.

Fran Pardo se decantó por el pastel de Cierva. Tiene claro que una ordenanza real de 1695 le limita en la transformación de este producto tan tradicional, pero eso no le ha impedido mejorar durante sus más de 30 años de experiencia los secretos de esta delicia entre las paredes de la Confitería La Peladilla.